Sophia - Despliega el Alma

Sabiduría

6 abril, 2022

Sophia, la presencia fundamental para el cambio de paradigma

En el último de los cuatro envíos temáticos, la autora y traductora austríaca Susanne Schaup comparte su mirada acerca de lo femenino divino en el mundo actual. Además de igualdad, ¿qué más necesita la humanidad para alcanzar una revolución capaz de prevenir el colapso de nuestra civilización?


Por Susanne Schaup

Durante décadas científicos, ecologistas, futurólogos y hasta políticos han hablado sobre un cambio de paradigma que podría salvar al mundo de la destrucción. Solo un cambio radical, una revolución de dimensión planetaria, puede prevenir el colapso de nuestra civilización y evitar la desaparición de la raza humana de la faz de la tierra.

Todo ciudadano involucrado y bien intencionado ha soñado con un cambio para que cada ser humano tenga suficiente alimento, agua potable, acceso a la educación y a la asistencia médica; es decir, la oportunidad de llevar una vida digna y plena. ¿Quién no desea que las selvas tropicales, vitales para nuestra atmósfera, estén protegidas? ¿Quién no ha soñado con vivir en un mundo en donde los actos de injusticia pasados y presentes sean resarcidos, en donde la violencia sistémica contra la mujer no solo sea castigada por ley sino que deje de existir gracias a un cambio en el pensamiento que haga que los hombres ni siquiera imaginen violar a una mujer? En mi país, Austria, el cual se enorgullece de su cultura y su seguridad en general, la incidencia de mujeres asesinadas por sus parejas o ex parejas masculinas fue asombrosamente alta en 2021. Antes de que se manifieste este cambio de paradigma, el mismo debe suceder en la mente de una mayoría crucial.

Quién es Susanne Schaup. Nacida en Viena en 1940, la autora de esta nota es escritora y traductora. Autora de Sofía. Aspectos de lo divino femenino (Kairós, 1999), publicó libros sobre la vida y obra de Henry David Thoreau, Martin Luther King y Elizabeth Kübler-Ross. Tradujo la obra de autores como Emily Dickinson, Ralph Waldo Emerson, Raimon Panikkar y Walt Whitman, entre otros. A partir de febrero, y semana a semana, publicaremos una serie de columnas de su autoría, todas dedicadas a Sophia, su definición, historia y vigencia en el mundo actual.

¿Existen señales de que dicho cambio fundamental, dicha transformación verdadera de la mentalidad humana, está ocurriendo?

Han existido movimientos que promueven ese cambio desde el siglo pasado, desde que comenzó una “contracultura” en California bajo el lema “Haz la paz, no la guerra”, que viajó alrededor del mundo y encendió los corazones de los jóvenes. Las mujeres especialmente buscaban ese cambio. Y han conseguido mucho en distintas partes del mundo. Han llegado a la cima prácticamente en todos los ámbitos de la vida, pero solo unas pocas. El cambio real para todas las mujeres aún no ha ocurrido. De hecho, ha tenido lugar un retroceso debido a que el control patriarcal se ha vuelto mayor ante las crisis mundiales y el colapso general inminente. Hasta los niños en edad escolar saben lo que el mundo necesita para sobrevivir. Una niña sueca de 16 años de edad fundó el movimiento “Viernes por el Futuro”, el cual se convirtió en una red mundial para salvar al medioambiente. Sin embargo, parece que nada sucede.

Algunos de nosotros ponemos nuestra esperanza en “Sophia”, no como la Gran Diosa, ni como una nueva forma de matriarcado o religión. No esperamos restablecer el culto a la antigua diosa. No podemos retroceder en la historia. La idea y la realidad sentida de Sophia evolucionaron a la par del ser humano a través de los siglos. En nuestra época se manifiesta de diferente manera, según la situación en la que nos encontramos en este momento de la historia. Sophia no es una institución ni un santuario religioso para adorar, sino una realidad interior. Este hecho es inmutable: SOPHIA ES. Durante siglos han habido testimonios y evidencia de visionarios sobre la existencia de una fuerza poderosa en el campo de los arquetipos eternos, claramente definida como femenina. Las mujeres poseen una afinidad natural hacia ella, tal como Otfried Eberz, profeta del regreso de Sophia, ha explicado en términos profundamente emotivos y convincentes. De visionarios como él recibimos la antorcha, así como de numerosas mujeres inspiradas por la necesidad imperiosa de Sophia en el mundo actual. Tomamos coraje gracias a sus testimonios y conocimiento sobre Sophia.

«Sophia no es una institución ni un santuario religioso para adorar, sino una realidad interior. Este hecho es inmutable: SOPHIA ES».

No es suficiente que las mujeres adquieran los mismos derechos y oportunidades para ocupar su lugar legítimo en la sociedad, a pesar de que esto sea indispensable. El principio de igualdad, implementado por ley a nivel práctico, es parte de ello. Sophia se expande más allá del principio de igualdad. La emancipación de las mujeres será legitimada finalmente por el poder vital, benevolente y sabio de Sophia como ancla natural en las mujeres, su composición mental, emocional y psicológica. A su vez, esto dará lugar a una realidad metafísica. Podemos llamarla arquetípica o divina. Esto no quiere decir que los hombres no pueden acceder a ella, sino que las mujeres nacen con una percepción innata hacia el “principio sophianico”. Esta es una cualidad muy preciada y sagrada.

Desde que escribí con pasión mi libro “Sofía. Aspectos de lo divino femenino” hace alrededor de veinte años, con frecuencia me pregunto: ¿qué se ha logrado desde entonces con respecto al cambio sophiánico? Obviamente no mucho en cuanto a una realidad tangible. Sin embargo, existe una corriente de pensamiento que avanza silenciosamente, una nueva conciencia creciente de lo que el planeta y la humanidad necesitan para sanar, sin aprovechamiento económico, sin concentración de la riqueza en manos de unos pocos en detrimento de millones, sin esclavitud humana bajo sus repugnantes formas modernas, sin la explotación de recursos humanos, animales o terrestres, sin la impunidad de hechos delictivos. Sophia apuesta por la vida. Es una fuerza amistosa y amorosa, aun ante la ausencia de amor. Significa reconciliación, una vez que haya justicia.

Ante todos los problemas de nuestro mundo, esta sería mi respuesta si las mujeres me preguntaran dónde está Sophia ahora: “Sean fuertes. Miren dentro de ustedes. Encuentren el centro de su fuerza e identifíquense con él. El mismo es impulsado por lo que llamo poder sophiánico. Te conecta con todos aquellos que sienten esta fuerza y son llamados a manifestarla. Ningún pensamiento o acción inspirados por Sophia, por más pequeños que sean, se pierden. Si perseveramos, algún día el gran cambio, ese cambio de paradigma que el mundo necesita de manera desesperada, ocurrirá”.

Traducción: Virginia Noto Llana.

Esta nota es el cuarto y último envío de una serie de columnas que la escritora y traductora austríaca Susanne Schaup publica desde febrero de 2022 en sophiaonline.com.ar sobre Sophia, lo Divino Femenino, la Diosa o la Gran Madre. Si querés leer las publicaciones anteriores, hacé click en estos enlaces:

Sophia, ni un dogma ni una religión: una luz hacia una nueva conciencia

El redescubrimiento de la Diosa Madre 

Sophia en la historia: lo divino femenino nunca ha desaparecido

Susanne Schaup, una mujer en busca de Sophia

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