Foto: www.ludovicasquirru.com.ar

En una charla con Adriana Amado, la reconocida astróloga y escritora Ludovica Squirru comparte su visión sobre este tiempo tan complejo que estamos atravesando, y el enorme desafío que supone para nuestra vida todo lo que vendrá con la llegada del próximo año, que para la cultura china será regido por el Conejo de Agua. ¿Qué nos deparará y qué debemos saber antes de comenzar a transitarlo? Y, fundamentalmente, ¿cómo reconocer la potencia de sus símbolos para enriquecer nuestra consciencia?

«El Conejo busca mucho la armonía, el equilibrio, no le gusta esta brusquedad, este quilombo, esta falta de respeto. Porque el Tigre, regente de 2022, nos está desgarrando las entrañas. Es tan salvaje lo que pasa en la Argentina y también en el mundo…. Y el conejo, si bien es uno de los signos más afortunados para los chinos, también es ambiguo: te dice algo, pero si ve que vos no sos coherente con tu vida o con lo que pensás, te va a cambiar el rumbo completamente…», explica Ludovica, comparándolo con el conejo del libro Alicia en el País de las Maravillas, escrito por Lewis Carroll, quien con su apresurada y decidida marcha condujo a la curiosa niña a través de un hoyo y la lanzó hacia una nueva vida.

«Esta época de la humanidad es como la caída de Babilonia o del Imperio otomano. Nos parieron a un nuevo mundo y estamos a la intemperie. ¿Cómo seguir? Las mujeres y las personas que hayan recorrido un camino espiritual tendrán más instrumentos y, por supuesto, la van a pasar mucho mejor. Porque el conejo adora la gente que tiene capacidad de aprendizaje, que le gusta el arte, que le gusta intercambiar, que se conecta socialmente, que puede ser generosa con lo que esté en condiciones de dar. Gente que pueda ser solidaria realmente, en el día a día», reflexiona.

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