Tierra, agua, fuego y aire son las fuerzas que forman el mundo que nos rodea y a la vez son parte de cada uno de nosotros. «Cada ser nace con una específica combinación de los cuatro elementos o energías básicas, cuyas cualidades irá descubriendo y desplegando a lo largo de la vida«, señalan Ana María Llamazares y Miguel Ángel Aguilar, encargados de guiarnos en esta travesía maravillosa y llena de sentido que durante los meses de julio y agosto dará vida a un nuevo ciclo de encuentros Sophia: Los 4 elementos. Descubriendo nuestra alquimia interior, un espacio de autoconocimiento donde abrazar nuestra esencia energética para seguir trabajando en identificar y potenciar los recursos internos que nos habitan.

«El estudio de los cuatro elementos a través de los lenguajes simbólicos y su correspondencia con los temperamentos o funciones psíquicas, tal como las formuló el psicólogo Carl G. Jung, es una vía introductoria y al mismo tiempo, de gran profundidad, para descubrir nuestra propia naturaleza energética. Desde los antiguos filósofos griegos en adelante se ha descripto a la Naturaleza a través de los cuatro elementos básicos: la tierra, el agua, el aire y el fuego, a la que los chinos le agregaban la madera. Sabemos ya por la física contemporánea que todos ellos son formas de energía en distintos niveles de aceleración. Los seres humanos contamos con la posibilidad de transformar y producir energía. De allí, la trascendencia de este estudio para el proceso de autoconocimiento y expansión de la consciencia«, explican estos dos estudiosos del alma humana que brindarán sus clases de manera virtual, durante cuatro martes, en el horario de 18:30 a 20:30.

¿Querés saber más? Envianos tu consulta a: cursosytalleres@fundacionalumbrar.org

Si te interesa la propuesta y tenés ganas de seguir leyendo sobre este tema, a continuación Ana María Llamazares y Miguel Ángel Aguilar responden tres preguntas fundamentales acerca del contenido y la dinámica del curso:

¿Qué significan los 4 elementos?

Cada elemento representa una manera particular de percibir y actuar en el mundo, de valorar la realidad, de entender las conductas y nuestros vínculos. Cada ser nace con una específica combinación de estos elementos, cuyas cualidades irá descubriendo y desplegando a lo largo de la vida. Casi como regla general, solemos identificarnos más con uno o dos de ellos, dejando en segundo plano los demás, que mantenemos ocultos o guardados de manera inconsciente. Como ya nos ha revelado la psicología profunda, el trabajo de la consciencia es iluminar aquello que se ha convertido en sombra, pues de otra manera, seguirá persiguiéndonos de mil maneras distintas.

¿Qué papel juega la alquimia en nuestra vida?

Para describir los tipos psicológicos Carl G. Jung se basó en la Alquimia, uno de los lenguajes simbólicos más antiguos y enigmáticos de la tradición occidental. Al igual que en Oriente, los alquimistas buscaban la plenitud del Ser y su longevidad, a través del equilibrio y la integración entre los elementos. La famosa Piedra Filosofal, más allá de un elixir o una sustancia áurea, es el arte de recorrer un camino virtuoso, donde paradójicamente, la permanencia se logra a través de las transformaciones constantes, la quietud es el resultado de una vibración de altísima velocidad; y la inmortalidad, un estado de consciencia, más allá del tiempo y del espacio.

Por su parte, el chamanismo organiza sus círculos ceremoniales dirigiéndolos hacia las cuatro direcciones o puntos cardinales de la tierra del Medio, allí donde radican los espíritus de los cuatro vientos o energías de la Naturaleza. Son también las regiones donde moran los animales de poder y los guías que nos instruyen sobre nuestros cuatro arquetipos chamánicos: el fuego del Vidente en el Este, el agua del Sanador en el Sur, la tierra del Maestro en el Oeste y el aire del Guerrero en el Norte.

¿Por qué inscribirme en este curso?

Recorrer este camino de conocimiento nos puede brindar algunos beneficios sorprendentes. Primero, reconocer la diversidad humana (“no todo el mundo es como yo creo que soy”). Segundo, descubrir nuestra propia diversidad (“yo soy todos los elementos, aunque no lo sabía”). Tercero, orientarnos para compensar nuestros desequilibrios (“soy también lo que no creía que era”). Cuarto, buscar la plenitud de todas nuestras energías, sin perder aquello que más nos identifica (“al desplegar lo desconocido que hay en mí, soy cada vez más yo misma/mismo”).

Como un recurso práctico para volcar gráficamente nuestro estudio de los cuatro elementos y sus correspondencias, iremos guiando la construcción de un mandala cuatripartito (de cuatro secciones o cuadrantes), cuya estructura se proveerá a los asistentes al comienzo del curso, y en el que será posible visualizar con gran claridad la dinámica interna de nuestras propias energías vitales.

Los asistentes que así lo deseen pueden brindar sus datos de nacimiento y recibirán junto con su carta astrológica natal, el análisis cuantitativo de los elementos. Si bien no se podrán considerar en clase los casos particulares, esto servirá como un mapa de partida para seguir profundizando en la dinámica en que cada una/o ha ido interactuando con sus propias energías.

4 ENCUENTROS QUINCENALES LOS MARTES DE JULIO Y AGOSTO DE 18:30 a 20:30 (ARG)

13/07: Primer Encuentro: El viento del Este, el Fuego, la Intuición y el Espíritu Introducción al pensamiento simbólico. Las polaridades y la matriz cuaternaria. El mandala de los 4 vientos. Percepción sensible de las cualidades de los elementos. Vibraciones energéticas en el Zodíaco. Temperamentos y funciones psíquicas según Carl G. Jung. El espíritu del Fuego: irradiación de la vitalidad. Los signos de fuego: el deseo de Aries, la voluntad de ser de Leo, la búsqueda de sentido de Sagitario. La intuición: percepción instantánea de lo holístico. El Sol Naciente que despierta al Vidente cotidiano en nosotros.

27/07: Segundo Encuentro: El viento del Oeste, la Tierra, la Sensación y la MateriaPrimeras dinámicas del mandala: oposiciones, polarización y dominancias. El espíritu de la Tierra: la consolidación física de la materia. Los signos de tierra: la inercia de Tauro, la discriminación de Virgo, la determinación de Capricornio. La sensación: percepción sensorial de la realidad. El Sol del Poniente que forja en la oscuridad al Maestro que reside en nuestro interior.

10/08: Tercer Encuentro: El viento del Norte, el Aire, el Pensamiento y la MenteSegundas dinámicas del mandala: complementariedad, colaboración y sinergias. El Espíritu del Aire: la perpetua creatividad de los vínculos. Los signos de aire: la sociabilidad de Géminis, la complementación de Libra, la fraternidad de Acuario. El pensamiento: capacidad mental de razonar y comunicar. El Sol del Mediodía que ilumina la acción y la presencia del Guerrero en nosotros.

24/08: Cuarto Encuentro: El viento del Sur, el Agua, los Sentimientos y el Corazón, Dinámica de síntesis del mandala: Reconocimiento, integración, y evolución. El Espíritu del agua: fluidez y empatía emocional. Los signos de agua: la contención afectiva de Cáncer, la intensidad de Escorpio y la resonancia espiritual de Piscis. El sentimiento: percepción sensible de las emociones. El oscuro nadir de la Medianoche donde el Sanador acoge y restaña nuestras heridas.

Arancel residentes en Argentina: mensual $2.250 | curso completo $4.500

Arancel residentes en el exterior: mensual USD 28 | curso completo USD 55

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