Sociedad
24 noviembre, 2022
La espera más ansiada: una campaña para promover la adopción de chicos mayores de 6 años
“¿Esperar 4 años un Mundial te parece una eternidad? Imaginate ser Juan y estar esperando hace 4 años ser adoptado”, nos interpela la nueva campaña del Consejo Publicitario Argentino para promover la adopción de niñas, niños y adolescentes.

Según un último relevamiento, en nuestro país hay cerca de 2200 niños, niñas mayores de 6 años y adolescentes que esperan ser adoptados. A medida que los chicos crecen, las oportunidades de volver a tener una familia disminuyen considerablemente. Por eso, el Consejo Publicitario Argentino, con el asesoramiento de Doncel, lanzó la campaña “¿Esperar 4 años un Mundial te parece una eternidad? Imaginate ser Juan y estar esperando hace 4 años ser adoptado”. En esta nota te contamos en primera persona cómo Tomás y Max se convirtieron en los hijos de Paula y Alejandro y hoy son una hermosa familia, llena de amor, después de transitar una etapa de mucho dolor.
“Sentía miedo de que Tomás nunca me quisiera, de que yo no fuera lo suficientemente buena para él…También cargaba la pena de no haber estado juntos durante sus primeros años de vida. Después entendimos que siempre hay primeras veces para compartir juntos”, cuenta emocionada Paola Muscente (53), licenciada en nutrición quien, junto a su esposo, Alejandro Montiel, adoptó a Tomás, que en ese momento tenía 8 años y desde hacía 2 vivía un hogar.
Los Montiel habían perdido seis embarazos y atravesado varios tratamientos fallidos de fertilización. Pero la decisión de adoptar no fue fácil, antes debían derribar mitos y prejuicios. “Alejandro fue el que me planteó primero la posibilidad de adoptar, pero yo no estaba preparada”, recuerda Paola. Finalmente, en 2010 y después de pensarlo mucho, se anotaron en el registro de postulantes a guarda adoptiva para dos niños de hasta 5 años que podían tener enfermedades crónicas tratables. Mientras tanto, se sumaron a un foro de adopción. Pero pasaba el tiempo y, como no los llamaban, decidieron que, así como ellos seguían cumpliendo años, debían aumentar también la edad de los niños que estaban dispuestos a ahijar, y la subieron a 7.
Paola se enteró de que iba a ser mamá por SMS. Estaba trabajando en un lugar sin señal y a su celular no entraban las llamadas ni las notificaciones de WhatsApp. Pero sí llegó aquel mensaje de texto que esperaba desde hacía tres años. Cuando lo abrió, se fue corriendo a llorar al baño. “Era de Alejandro. Lo habían llamado de un juzgado para decirle que estaban buscando una familia para un nene de 7 años y que querían entrevistarnos. Ese nene era Tomás, mi hijo”, relata.
Se presentaron al juzgado y les contaron sobre él. “Nos propusieron que nos fuéramos a tomar un café y que les diéramos una respuesta. Les dijimos: ‘No es necesario. Ya tomamos muchos cafés en estos tres años. Queremos seguir adelante’. Pero todavía tenían que entrevistar a tres o cuatro familias”, cuenta Paola. A los 10 días les avisaron que ellos eran los elegidos. La vinculación duró un mes y medio. Les dieron la guarda un 18 de diciembre, un día antes de que Tomás cumpliera 8 años.
“Cuando le dijimos ‘No tenés que volver más al hogar’, él respondió: ‘Ahora me llaman Montiel y soy de Racing, como mi papá’. Mi marido fue corriendo emocionado a comprar las camisetas. No fue fácil construir el vínculo. Tomás nos probaba continuamente a ver si estábamos dispuestos a quedarnos con él. Nosotros siempre le explicamos que los hijos no se devuelven, ¿pero qué seguridad podía tener él, si todos los adultos que habían estado a su alrededor lo habían decepcionado siempre?”, reflexiona Paola.
A Max, su hijo más chico, lo conocieron el 25 de enero de 2021. Tenía 10 años. Dicen que esa vez estaban mucho más preparados para lo que se vendría, aunque al principio todo fue “muy difícil”. “Pero nosotros ya teníamos cancha y sabíamos que el amor no era de un día para el otro, que los chicos vienen con muchos miedos”, cuenta Paola.
Para obtener más información, derribar mitos y conocer más sobre la adopción te invitamos a visitar doncel.org.ar/la-espera-mas-ansiada
Los adultos también los tienen. Alejandro asegura: “Mi mayor temor era que no pudiéramos reparar el daño que ellos sufrieron, que no tuviéramos los recursos o estuviéramos a la altura. Pero el camino se hace andándolo”. Max estuvo cuatro años en una institución: “Yo esperaba una familia pero, como tardaba mucho, a veces me ponía algo ansioso”. Cuando se le pregunta si hoy tiene los papás que siempre soñó, responde que sí, que cuando era chiquito “había una casa donde me pegaban y eso, y creí que iba a ser así, pero no. Para mí lo más lindo de tener una familia es que te quieran y te ayuden”.
Para el matrimonio, es clave comprender que no hay un derecho a ser padres, sino que lo que busca la adopción es garantizar el derecho que tienen todas las chicas y los chicos a vivir en una familia. Y es que, en general, se habla mucho de la espera de los adultos y no de la de las niñas, niños y adolescentes que pasan gran parte de su infancia esperando en los hogares. Tomás, por ejemplo, cuenta que vivió esos dos años con muchas ansias: “Quería tener ya una familia porque no me gustaba estar en el hogar, pasé cosas muy fuertes. Al final, la familia con la que soñaba, llegó”, dice el adolescente. Paola creó un grupo en Twitter con el hashtag #AdoptenNiñesGrandes, donde se propone contar historias reales con el fin de promover la adopción y contener a las personas que atraviesan el mismo proceso que Paola y su marido.

La espera que desespera
Según el último relevamiento de Senaf y Unicef Argentina, en nuestro país hay cerca de 2200 niños, niñas y adolescentes que esperan ser adoptados. De acuerdo a las estadísticas de la Dirección Nacional del Registro Único de Aspirantes a Guarda con Fines Adoptivos (DNRUA), la mayoría de quienes se inscriben con voluntad de adoptar elige bebés. Pero esto no se corresponde con la realidad de los niños y niñas que se encuentran en situación de adoptabilidad: muy pocos son menores de un año, y en muchas de las ocasiones, se trata de grupos de hermanos, o niños, niñas y/o adolescentes con alguna discapacidad o enfermedad.
Por eso, a medida que crecen, las oportunidades de volver a tener una familia disminuyen considerablemente. En todo el país, los datos muestran que a partir de los 6 años la posibilidad de ser adoptados se reduce a la mitad, empeora desde los 9 y es casi nula desde los 14. “Es importante que con la información y apoyo necesarios las personas que estén transitando el camino de la adopción puedan ampliar la disponibilidad adoptiva hacia niños y niñas “más grandes”, y vivir la enorme satisfacción de vincularse con alguien, más allá de su edad. Este es el derecho primordial, el de tener una familia. Queremos visibilizar que hay 1600 niños y niñas de más de 6 años que esperan ser adoptados” explica Mariana Incarnato, de Doncel, la asociación civil que nació con la misión de promover procesos de desinstitucionalización de niñas, niños y adolescentes.
El Consejo Publicitario Argentino, con el asesoramiento de Doncel y la estrategia y creatividad de M. AD School Buenos Aires, lanzaron esta campaña con el objetivo de promover la adopción de niños y niñas mayores de 6 años. Con frases como “¿Esperar 4 años un Mundial te parece una eternidad? Imaginate ser Juan y estar esperando hace 4 años ser adoptado”, la campaña hace un paralelismo entre las ansias que provoca un mundial y la larga espera que sufren niños, niñas y adolescentes para volver a tener una familia. “A través de esta campaña, queremos brindar información para apoyar el cambio cultural que estamos viviendo en nuestra sociedad, donde cada vez más personas se animan a ahijar a chicos y chicas ‘más grandes’ y formar nuevos modelos de familias”, explica Incarnato.
Si querés saber más sobre este tema también podés leer: Adopción, una gran red de amor.
ETIQUETAS Adopción Argentina hijos maternidad paternidad sociedad
¿Te gustaría recibir notas como esta en tu e-mail?
Suscribite aquí y te las enviaremos a tu casilla todos los meses
No está conectado a MailChimp. Deberá introducir una clave válida de la API de MailChimp.