Una fotógrafa, la naturaleza y las infinitas formas que asume la dimensión onírica de la vida, quedan plasmados en una galería impactante.

Sus fotografías conmueven, pero no solo eso: también nos llevan de retorno a ese lugar sagrado que es el maravilloso mundo que habitamos. Ríos, montañas, animales, cielos, desiertos y piezas arqueológicas conforman, a través de su lente, postales de ensueño.
Y en cada una de ellas late el secreto anhelo de todo ser humano por ser parte nuevamente de un entorno más salvaje, menos contaminado.


«Hace varios años escribo mis sueños y analizo los símbolos que aparecen en ellos. La palabra ordena y permite simbolizar. La imagen la trasciende, es una metáfora que me lleva a un mundo infinito. Este mundo onírico es el que intento representar«. Con esas palabras, la fotógrafa Laura Ferro presenta una parte de ese vasto universo suyo, que está lleno de imágenes y de sueños. Desde allí partió tempranamente para emprender un viaje existencial de exploración y autoconocimiento.



Nacida en 1985 en Buenos Aires, su infancia transcurrió entre Península Valdés y San Carlos de Bariloche, en la Patagonia Argentina, donde forjó ese lazo inquebrantable que la une a la naturaleza. De la mano de atardeceres en el campo en los que el tiempo transcurría silencioso y lento, supo encontrar y dejarse atrapar por la belleza.
Y aunque a los 7 años regresó a Buenos Aires, jamás perdió la capacidad de mirar a su alrededor con el mismo asombro de la infancia. Un ejercicio que cultiva y que agradece.

Apasionada además por la antropología, las culturas y los símbolos, se formó en Psicología, especializándose en la rama de Carl G. Jung. En la búsqueda de herramientas que le permitieran plasmar su talento, estudió la carrera de Fotografía en la Escuela Creativa de Andy Goldstein y en la Escuela Argentina de Fotografía.
Viajar, mirar, ser parte del paisaje. Su búsqueda artística y vivencial nunca se detiene, quizás por eso Laura logra un registro visual incomparable, atravesando con su cámara aquello que se revela ante sus ojos como un tesoro secreto y universal que merece ser visto. Un trabajo que reúne a la vez metáforas y símbolos, que ella se ocupa de superponer en composiciones llenas de vigor y de sentido.


Alma inquieta, acaba de publicar su primer libro de fotografías llamado Lo salvaje apareció en mis sueños (2019), un encuentro entre la vida terrenal y el universo onírico que ofrece el más bello de los regalos: la consagración de la alegría de salir al mundo. Pero también están sus trabajos Tesoros de montaña y Atravesada por el paisaje, donde indaga (una y otra vez) a través de ese designio tan suyo: el de hacer de cada foto una obra de arte.
Podés ver sus trabajos en www.lauraferro.com.ar
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