Son los insectos más bellos de la naturaleza y también una fuente de inspiración y un símbolo de transformación. ¿Qué significan para vos?

Están asociadas a las manifestaciones de carácter mitológico y religioso de la especie humana. Y no hay quien deje de regocijarse al verlas pasar frente a sus ojos. Las mariposas son criaturas especiales que ejercen una gran fascinación: por sus colores, por la forma en que deja atrás su figura original para desplegar las alas y echar a volar, ellas son el símbolo del cambio total.
La ciencia las conoce como lepidópteros y las describe como insectos pertenecientes al orden de los homometábolos que, a lo largo de su vida, sufren una serie de transformaciones complejas conocida como metamorfosis, y en la que se suceden las fases de embrión, larva, pupa e imago (Fuente: National Geographic).

Distintas culturas las han considerado un insecto del alma, atribuyéndoles una representación trascendental en la vida de los seres humanos: hay imágenes muy antiguas que las muestran saliendo de la boca de personas muy enfermas o fallecidas, convirtiéndolas así en el símbolo de ese último aliento volando más allá de la existencia material de una persona.
De hecho, han sido consideradas históricamente por muchas culturas como seres que pueden volar entre el mundo de los vivos y el de los muertos y en Japón se cree que a través de ellas, las almas que partieron regresan encarnadas a cuidar de sus seres queridos.
En psicología, las mariposas representan la fuerza para abandonar un estado incómodo y elevar la psiquis hacia una mejor versión del yo, a través de un viaje de autonocimiento, coraje y transformación que, una vez iniciado, ya nunca se detiene.

Lo que nadie puede ignorar es la sorprendente capacidad que tienen estos insectos para atrapar la atención de quienes las miran y convertirse en un puente hacia un estado consciente e inconsciente de plenitud, muchas veces conectado a antiguas vivencias, la sensación de recibir mensajes de seres queridos (vivos o no) y la posibilidad de ver volar junto a ellas añoranzas y sueños.
En Asia, por ejemplo, representan la inmortalidad, pero en casi todos los rincones del mundo se las asocia, fundamentalmente, a la buenaventura, la felicidad y los buenos presagios (salvo aquellas de color negro, que se consideran mensajeras de momentos difíciles y obstáculos a sortear) y se cree que vienen hasta nosotros para contarnos de un cambio que se aproxima.

“Nos deleitamos ante la belleza de la mariposa, pero rara vez reparamos en los profundos cambios que ha sufrido para dejar de ser una oruga”.
Maya Angelou
Coraje para salir de la crisálida
¿Cuánto tarda la oruga en convertirse en mariposa? La mágica transformación tarda entre 7 y 14 días (¡algunas especies pueden demorar hasta un año!). Una vez que la metamorfosis está en marcha, en la crisálida se abre una pequeña grieta y empieza a emerger la mariposa. Es uno de esos pequeños milagros de la naturaleza que no deberían pasar inadvertidos para aquel que quiera ser testigo de algo tan simple como maravilloso: el paso de un estado a otro.



“La metamorfosis ha sido siempre el mayor símbolo de cambio para los poetas y artistas. Imagina que podrías ser una oruga en un momento y una mariposa al siguiente”.
Louie Schwartzberg

Por los colores de sus alas se puede identificar fácilmente a las venenosas, que son las que desarrollan las tonalidades más atractivas, mientras que las que tienen tonos marrones, amarillos y verdes muchas veces apelan a ellos como una forma de camuflarse y pasar desapercibidas frente a sus depredadores.

Tiempo de mariposas
“Si nada cambiara, no habría mariposas«, escribió la escritora infantil de origen inglés Wendy Mass para compartir con los chicos ese gran, magnífico, secreto: la vida es movimiento y aprendizaje constante y vale la pena abrir grandes las alas para echar a volar, sin importar cuán difícil sea dejar algo atrás.
A través de su vuelo, que se detiene cuando alguna de ellas se posa sobre una hoja para descansar, podemos ver también lo invisible: la delicada complejidad del entramado universo que nos contiene y nos hermana con todos los seres vivos que nos rodean.


«Al partir, las mariposas guían nuestras almas«, dijo alguna vez el escritor y poeta palestino Mahmud Darwish. Y aunque nadie puede decir con exactitud si finalmente ellas elevarán nuestro espíritu hacia el cielo, hay algo que sí sabemos de sobra: al menos harán de nuestro camino en la tierra un viaje mucho, pero mucho más hermoso.
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