Artes
11 junio, 2019
Hadestown, el musical que nos habla sobre el eterno valor de los mitos
La obra, dirigida por una mujer y basada en la historia de Orfeo y Eurídice en su viaje por el inframundo, ganó este domingo ocho premios Tony, incluyendo el de mejor musical y mejor directora. ¿Querés saber por qué es una buena noticia que Broadway esté hablando de esto?

«Los mitos relatan la verdad del alma», dijo alguna vez la filósofa e historiadora colombiana Diana Uribe. Tal vez por eso es que nos importan, nos asombran, nos cautivan. Nos dicen algo sobre nosotros que, muchas veces, permanecía oculto, sin revelar.
Sin duda, Anaïs Mitchell lo tomó en cuenta cuando decidió crear las letras y las melodías de Hadestown. Así fue como logró que ese inquietante viaje de descenso a la tierra de Hades, de la mano de la mítica odisea de Orfeo y Eurídice, se convirtiera en un espectáculo capaz de acaparar la atención de Broadway, convirtiéndose en el favorito de la temporada.

Tanto, que su éxito también quedó plasmado en la 73° entrega de los premios Tony: Hadestown se alzó nada menos que con ocho estatuillas, entre ellas para el mejor musical, la mejor música original y la mejor dirección que, no es un tema a perder de vista, fue para la única mujer que aparecía en la lista de los candidatos al premio de la categoría «Mejor Dirección».
«Ojalá yo no fuera la única. Hay tantas mujeres preparadas, tantos artistas de color preparados. Tenemos que ver reflejada esa diversidad racial y de género«, expresó la directora Rachel Chavkin al recibir su premio, dejando de manifiesto que, si bien artísticamente la escena estadounidense se encuentra en un momento de esplendor (el año pasado los espectáculos de Broadway recibieron alrededor de 15 millones de espectadores) todavía falta recorrer un largo trayecto en materia de inclusión.

Al encuentro de la sabiduría
Mezcla de simbolismos mitológicos y desventuras amorosas, con un despliegue escenográfico que impacta, al ritmo del blues y del folk, la pieza condensa las preguntas esenciales de los seres humanos tal como fueron formuladas por los griegos, pero aggiornadas a los tiempos que corren: la historia se ve atravesada por temas tan actuales como la tecnología, los muros construidos para separar y el desastre ecológico que afronta el planeta.
La obra, que narra los obstáculos a los que es condición enfrentarse durante a lo largo de la vida, tuvo uno que le fue propio: luego de presentarse durante años en escenarios sin demasiada relevancia del interior de Estados Unidos y Canadá, por fin llegó a Nueva York donde encontró un auténtico eco.
«Algunos pájaros cantan cuando el sol brilla / mi elogio no es para ellos / sino para el que canta en la oscuridad de la noche / levanto mi copa para él», canta Perséfone al final de la obra .
¿La razón del éxito? El manejo de un lenguaje universal que nos habla de los vínculos, de la vida y de la muerte. «Hadestown reinventa una antigua y arrolladora historia como una alegoría eterna para nuestro mundo. La trama sigue dos historias de amor: la de los jóvenes soñadores Orfeo y Eurídice, y la del rey Hades y su esposa Perséfone, que llevarán al público por un viaje de locuras infernales hasta el inframundo, ida y vuelta», describe el sitio de esta ópera que ya es furor (el valor de las entradas oscila entre 250 y 850 dólares).
Sin ánimo de spoilear (¡que ya sabemos cómo termina!), hay que decir que el espíritu heroico de la obra queda de manifiesto en todos los actos, aunque sobre todo en la escena final. Es entonces cuando Perséfone, haciendo un brindis por Orfeo, destaca el valor de ir en pos de nuestros anhelos, sin importar cuán amargas sean las circunstancias, y canta: «Algunos pájaros cantan cuando el sol brilla / mi elogio no es para ellos / sino para el que canta en la oscuridad de la noche / levanto mi copa para él».
¿Qué significa? Que aun en la oscuridad de la noche el alma siempre encuentra la manera de salir a busca de la luz, desoyendo el temor que implican los retos y haciendo frente a los obstáculos mundanos, e incluso a la muerte material del cuerpo. En Orfeo y su lucha por recuperar a Eurídice aparece eso que tanto nos moviliza: lo imprevisible y lo inevitable, en toda su dimensión simbólica.
Es que los mitos tienen esa potencia. Como dijo Uribe, se trata de los mensajes que nos llegan desde lo más profundo de nosotros mismos, para ayudarnos a comprender cabalmente el sentido de la existencia. Habrá que aguzar los sentidos para escuchar lo que tienen para decirnos.

Fotos: Hadestown.com
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