Artes
14 septiembre, 2016 | Por Agustina Rabaini
Gilda, un sueño que une a tres mujeres
Detrás de Gilda, no me arrepiento de este amor, el film sobre la recordada cantante de música popular, hay una luminosa historia de superación personal y un viaje emocional que inspira más allá del camino de ascenso al éxito y el trágico final conocido por todos. Antes del estreno de mañana, un anticipo con la voz de sus protagonistas.
Cuando se le pregunta a la actriz Natalia Oreiro y a la directora Lorena Muñoz qué despertó en ellas el deseo de filmar la historia de Miriam Alejandra Bianchi –más conocida como Gilda– las dos dicen al unísono que quisieron descubrir y conocer en profundidad quién era la mujer detrás de esa energía imparable o del amor contagioso que despertó en sus tribus de fans. Hasta hoy, a 20 años de su muerte, sus seguidores corean sus canciones y la recuerdan como un ser que irradiaba la luz y la convicción de alguien que se animó a vivir una vida propia y a dejar un legado, una huella, un rastro centelleante.
A pesar de su temprana y trágica muerte a la edad de 34 años, Gilda, una ex maestra jardinera que, en plena luz del día y lejos del escenario, era madre de dos hijos y sufrió la tensión de un matrimonio atravesado por el machismo, supo llevar adelante un camino cargado de obstáculos y emociones, que aun hoy se refleja en las letras de las canciones que ahora, en la pantalla grande, interpreta la propia Oreiro. En esas líneas y en su voz se deja traslucir algo que va más allá de su vida (desde su trabajo en el jardín de infantes hasta el ascenso y el éxito en las noches de bailanta), una historia que narra con oficio y una impecable factura técnica la directora del film junto a un equipo de profesionales.
Y es que si algo conmueve del viaje propuesto por Gilda, no me arrepiento de este amor, es la fuerza del sueño de estas tres mujeres: la propia Gilda, la actriz Natalia Oreiro y la directora Lorena Muñoz, quienes fueron detrás de un objetivo y supieron llevarlo adelante poniendo pasión y ganas de inspirar a otras mujeres.
En el caso de Oreiro, cabe recordar que también ella salió un día de su Montevideo natal con el sueño de realizar un camino artístico a pura fuerza expresiva, y con un histrionismo que le abrió puertas hasta llegar a la actriz que hoy, en plena madurez, busca encarnar personajes más complejos o desafiantes.
Muñoz, realizadora del film, ya antes se había fascinado con la vida de una mujer que se destacó en la escena porteña en los años 30, la mítica cantante de tango Ada Falcón, y entonces siguió sus pasos para descubrir a una mujer que supo dejar la vida mundana, material, y las luces del éxito hasta entregarse a una vocación religiosa y convertirse en monja franciscana en una convento en una pequeña localidad cordobesa. Esa película, codirigida con Sergio Wolf, se llamó Yo no sé que me han hecho tus ojos (2003), y volviendo a ese trabajo, dice: “Cuando descubrí a Gilda, me pregunté qué conexión existía entre estas dos mujeres que, a simple vista, no parecían tener nada en común. Hoy sé que tanto Ada como Gilda dejaron todo por un ideal, por no quedar en el olvido, por trascender, y que a las dos las unía una enorme espiritualidad y un gran amor”.

En la conferencia de prensa tras la proyección del film, la directora agregó: “Me entusiasman las historias populares, me gusta investigar por qué la gente logra tanta identificación con esos personajes, y me parece que tiene que ver con lo auténticos que son. A Natalia le digo que el punto de contacto que tiene con Gilda es su autenticidad: son dos artistas fieles a su deseo”. A su lado, Natalia Oreiro confirmó su identificación con Gilda, la mujer detrás del mito: “En lo personal, me inculcó su valentía, coraje y lucha. Ella decidió ir detrás de un sueño cuando la música tropical era un ambiente muy machista y la mujer estaba ligada a un estereotipo que no era el suyo. Nunca fue una mujer a las órdenes de un hombre ni tranzó con el machismo. Fue fiel a sí misma y no modificó su aspecto para encajar”.
El resultado del desafío de reflejar a una mujer real y ofrecer, a su vez, un viaje emocional con fondo de música tropical, se llama Gilda, no me arrepiento de este amor, y puede verse desde mañana en salas de cine de todo el país a partir de mañana.
Aquí, como adelanto, les acercamos el trailer del film.
Leé la entrevista a Natalia Oreiro en nuestra Edición Primavera 2016, a partir del próximo 21 de septiembre.
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