Reconocernos y aceptarnos en nuestra fragilidad y convertirnos en buscadores cotidianos de belleza, esa es la propuesta de la escritora estadounidense Susan Cain para que el anhelo de aquello que somos de verdad, en esencia, se convierta en la fuerza que necesitamos para recorrer el camino, aprendiendo a integrar nuestras luces y sombras.

“Cada uno tiene la responsabilidad de construir una vida con sentido, una vida de crecimiento y transformación. Lo cierto es que son muy pocas las personas que crecen a partir del éxito, la gente crece a partir del fracaso«, describe en su nuevo libro, Agridulce. La fuerza de la melancolía en un mundo que rehúye la tristeza (Urano), donde recorre el poder que tienen las emociones, e indaga sobre eso que nos hace de verdad humanos: el encuentro con otras personas.

En una charla exclusiva con Sophia, la autora habló, justamente, sobre la importancia que tiene la comunidad para acompañarnos a la hora de aquietar el alma y ayudarnos a desplegar todo nuestro potencial. «Con mi primer libro, Quiet, aprendí que entender que no estás solo es lo más importante, porque es entonces cuando uno se siente parte de algo más grande que ese sentimiento que está experimentando. Y es así cómo aparece la posibilidad de abrir la conversación, de crear lazos y de sanar», sostiene.

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