Hijos
15 marzo, 2019
Confesiones de papá un primerizo
Un padre flamante comparte las reflexiones y emociones que lo atraviesan desde la llegada de su primera hija.

Una frase popular dice que nadie nace sabiendo ser madre o padre. Y si se trata de estrenar paternidad o maternidad, mucho menos. La llegada de un hijo ocasiona una revolución al interior de la familia: la nueva presencia pone patas arriba las emociones, los sentimientos, los miedos y las alegrías, los pensamientos y las costumbres.
“La miro y mi vida, mi tiempo, mi pasado y mi futuro, mi deseo, mi miedo, mi amor, dejan de ser tan míos, y eso me conmueve en lo más hondo de mi ser”
¿Qué experiencias se suceden tras los primeros días de vida del pequeño? ¿Qué emociones despierta un ser humano recién llegado al mundo, cuya subsistencia, seguridad y tranquilidad dependen únicamente de los adultos responsables? Las vivencias en cada familia son tan distintas como familias existen en el mundo; es más: incluso dentro de ellas, cada miembro, -madre, padre, hermanos, tíos, abuelos- la transita de manera única.
Ser padre por primera vez
“Mirar a una beba es como mirar el mar, o el fuego. Un presente continuo. El mar, el fuego y la vida. Es la captura, casi absoluta, de la atención”, escribió Santiago Buompadre en una columna para Sophiaonline.com.ar, en la que compartió las reflexiones y las emociones más profundas que lo atraviesan desde la llegada de su hija, hace poco menos de cuatro meses. El nacimiento de su beba significó para él la aparición de sentimientos que jamás había experimentado y la transformación de la relación consigo mismo.

Te compartimos fragmentos de un texto en primera persona lleno de amor y belleza que te va a conmover:
- “La miro y mi vida, mi tiempo, mi pasado y mi futuro, mi deseo, mi miedo, mi amor, dejan de ser tan míos, y eso me conmueve en lo más hondo de mi ser”
- “Su sola presencia ilumina todo lo positivo que es, y puede ser, quedar en un segundo plano”.
- “El acto desinteresado, dar, ofrecer, compartir; son bienes cada vez más escasos. Una hija es una oportunidad de cambio en ese sentido, o debería serlo”.
Si querés leer el testimonio completo, hace click en este enlace
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