
23 noviembre, 2017
Hay mucho por hacer contra el cáncer de mama
En el Mes de Sensibilización sobre el Cáncer de Mama, me gustaría que sepas que nosotras tenemos mucho por hacer para prevenir y disminuir los propios riesgos de atravesar por este padecimiento. De acuerdo a las estadísticas, una de cada ocho mujeres será diagnosticada con cáncer de mama a lo largo de su vida. Pero es importante que sepas que ¡¡¡el 90% de los casos de cáncer de mama es curable si se diagnostica precozmente!!!
Cuando te hablo de prevenir, me refiero a todo lo que nosotras mismas podemos hacer para disminuir el riesgo de que nos suceda un acontecimiento de este tipo.
Se sabe que menos del 10 % de los cánceres suceden por herencia genética y que el 90% de los cánceres y más del 95% de las enfermedades tienen, en realidad, un riesgo multifactorial donde, en gran parte, podemos actuar. Se sabe que este riesgo puede bajar si nos empoderamos con lo que sí podemos modificar, que es aquello que tiene que ver con cómo elegimos vivir nuestra vida.
Tanto el NIH , que es el Instituto Nacional del Cáncer de los Estados Unidos, como la Sociedad Americana Contra el Cáncer, recomiendan algunas pautas para disminuir algunos factores de riesgo para la aparición del cáncer de mama. Te comparto algunos de ellos y te agrego otros:
Conocer las mamas
→Es importante que sepas cómo son, cómo caen y, si son levemente diferentes (es normal que así sea), cuál de ellas es más grande, cómo son los pezones, cómo es tu piel y si tenés (o no) lunares.
→A partir de que sepas cómo son y qué textura tienen, es clave puedas advertir los cambios que se produzcan, como por ejemplo:
–si aparece mayor asimetría entre las mamas.
–si se palpa un bulto o nódulo.
–si existe una retracción de la piel
–si notás una secreción por pezón o que el pezón se retrae, cambia, se lastima y no cicatriza.
–si la piel cambia de color, se hace más arrugada, se retrae.
Estos signos siempre tienen que llevarte a consultar a un médico.
Alimentación
→Una alimentación variada, con verduras de todos colores, frutas, pollo, pescado, huevo y lácteos es muy saludable y va a generar menor inflamación de intestino. ¿Sabías que parte del tejido inmune que nos protege está en el intestino, distribuido en las placas de Peyer? Esto hace que resulte muy importante cuidar que nuestro intestino no se inflame ni sufra por una dieta inadecuada. Las grasas saturadas y las grasas trans, la carne roja en abundancia, las comidas puestas al asador, humeadas y del tipo parrilla son las más inflamatorias.
→Bajar el consumo de alcohol a un vaso de vino por día o una cerveza. La Sociedad Americana Contra el Cáncer recomienda que las mujeres que consumen alcohol, no beban más de un trago por día.
Actividad física
→Se recomida hacer ejercicio y mantener el cuerpo en movimiento por lo menos 150 minutos a la semana. Pero no pienses solamente en la necesidad de ir a un gimnasio: si no tenés tiempo ni ganas de ir al gym, podés caminar enérgicamente, subir escaleras, bajarte dos paradas antes del colectivo, volver caminando cada vez que puedas de algún lugar, bailar, ¡o lo que quieras que ponga tu cuerpo en movimiento!
Obesidad
→Se recomienda mantener un peso saludable durante el transcurso de la vida y evitar el aumento excesivo de peso, ya que a mayor proporción de grasa en el cuerpo es mayor la producción de estrógenos e insulina, y eso puede aumentar la probabilidad de padecer un cáncer de mama.
Disminuir el estrés
→El estrés crónico nos produce un estado hormonal no favorable para nuestro sistema inmune porque aumenta el cortisol, que es un depresor de la inmunidad y eso produce que nos quedemos con bajas defensas ante las agresiones externas e internas.
→Para bajar el estrés te recomiendo hacer lo que te gusta, estimular tu vida social, tener pensamientos positivos, sonreír y reír más, decir siempre lo que sientas, ejercer la compasión hacia los otros y con vos misma, compartir tus emociones, aumentar el número de caricias, besos y abrazos. Hacé lo mismo que con la actividad física: tomate tiempo para la meditación y el encuentro con vos misma.
Identificar y expresar las emociones
→Las emociones provienen de nuestro cerebro más antiguo, el reptiliano. Son tan primitivas que están y aparecen. Te aconsejo que aprendas a identificarlas, a expresarlas y a compartirlas. Estos comportamientos hacen que se genere una química en tu cuerpo que tiene que ver con el bienestar, como ser la dopamina, la oxitocina, la endorfina y la serotonina que hacen bien a las células de todo el cuerpo, tanto a su crecimiento como a su funcionamiento.
→Disminuir el consumo de cigarrillos y también, en lo posible, la exposición a sustancias tóxicas del ambiente, como las radiaciones.
→No consumir sin prescripción médica estrógenos más progesterona en la postmenopausia, y consultar siempre a tu médico para que lo prescriba evaluando riesgos y beneficios individuales.
Además, es importante que sepas que existen factores protectores, como ser:
–aparición de la primera menstruación luego de los 11 años.
–menopausia a menor edad.
–tener embarazos tempranos, antes de los 30 años.
–amamantar.
También hay algunos mitos en circulación acerca de la peligrosidad de algunas acciones, que en realidad no demuestran al día de hoy que aumenten los riesgos de sufrir un cáncer de mama:
–usar corpiños con aro.
–utilizar desodorantes y antitranspirantes.
–los abortos provocados.
–tener implantes mamarios.
–el empleo de anticonceptivos en edad fértil o métodos liberadores de progesterona (DIU, implantes, píldora, etc.).
–trabajar durante turnos nocturnos, lo que pueden cambiar el ritmo circadiano
La Sociedad Americana Contra el Cáncer recomienda a una mujer con riesgo promedio de padecer un cáncer de mama, realizar una mamografía anualmente a partir de los 40 años. ¿Quién es una mujer en riesgo promedio? Aquella que no presenta antecedentes personales de cáncer de mama, un fuerte antecedente familiar de cáncer de mama, dos o más miembros menores de 40 años con cáncer de mama, colon y/u ovario en la misma línea familia o una mutación genética conocida que aumente el riesgo de este cáncer (como BRCA), y que no ha recibido radioterapia dirigida al tórax antes de los 30 años de edad.
El objetivo de los exámenes para detectar el cáncer de mama consiste en encontrarlo, diagnosticarlo y tratarlo antes de que empiece a causar síntomas, como un nódulo papable, por ejemplo.
En resumidas cuentas: ¡¡¡prevenite!!! Conociendo tus mamas, realizando actividad física, disminuyendo el consumo de alcohol, manteniendo un peso saludable, eligiendo una alimentación sana, expresando tus emociones, fomentando tu vida social y tus vínculos y realizando los controles anuales…
¡Y tratando de ser lo más feliz que puedas a cada momento!
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